Quiche de puerro con manzana
Olga de Albacete nos envía esta receta de “voy a ver qué queda por la nevera…y preparo un plato de lucirme”.
Con una quiche siempre quedas genial y sólo basta echarle un poco de imaginación a los restos que tengas en el frigorífico.
Únicamente tendrás que comprar la pasta ya preparada que venden de cualquier marca, 3 huevos y un brik de nata para cocinar o bien de leche evaporada (que siempre es más ligera)
La que yo hice la pasada semana fue con un puerro “viejuno” que andaba por el frigo, un par de manzanas blandorras con la piel ya arrugadilla, un pico de queso brie olvidado en el fondo de la nevera y un puñado de nueces:
¿Cómo procedí? Pues así como te lo cuento:
Saqué la pasta de la nevera y la extendí sobre una fuete para horno para que estuviese un rato a temperatura ambiente. Pinché varias veces la masa con un tenedor para que al hornear no se hinchara.
Sofreí en aceite de oliva un puerro grandote picado muy fino. Lo poché bien y después añadí las manzanas cortada en medias rodajas. La hice bien hasta que se quedó blandita.
Después añadí el queso brie en trocitos y esperé hasta que se empezó a fundir para revolver bien todo. Aparté del fuego y encendí el horno a 200 grados para que se fuera precalentando.
En un bol aparte batí los tres huevos y le añadí el brik de nata y después la mezcla de puerro, manzana y queso. Desmenucé las nueces en trozos pequeñitos y añadí a la mezcla.
Después puse la mezcla por encima de la masa y lo puse a hornear durante 30 minutos (bajando la temperatura a 180 grados). Hay que ir vigilando en los últimos minutos para que no se queme pero el indicativo de que está listo es pinchar con un tenedor en el centro y cuando salga limpio ya lo tienes. No me digáis que no suena bien.