Prevenir el desperdicio es una forma de luchar contra el hambre. Acción contra el Hambre, Ayuda en Acción, Cáritas Española, Ongawa y Prosalus apoyan la campaña Derecho de alimentación Urgente”, que nos  implica a todos desde diferentes puntos de vista.

La campaña contempla siete compromisos capitales, de los cuales dos de ellos nos  implican directamente como consumidores y como compradores de alimentos.

A la pregunta ¿Qué puedo hacer yo, como consumidor? , la campaña nos propone reflexionar sobre nuestra alimentación revisando los alimentos industrializados que compramos, sus etiquetas y los ingredientes que contienen, la composición nutricional y valor energético así como las cantidades. Hacer una dieta sana puede ser sano no solo para nosotros sino también para muchas otras personas. Nuestros estilos de consumo tienen repercusiones globales. Es probable que la reserva mundial de alimentos no pueda mantenerse a la altura de nuestros apetitos.

En el momento de comprar la campaña nos aconseja comprar solamente lo que se va a consumir; evitar que se estropeen o caduquen los alimentos; comprobar la fecha de caducidad de los productos; aprovechar las sobras de la comida; comprar productos de temporada y, en lo posible, de producción local, lo más cercana posible al lugar de residencia; optar por los pequeños comercios de barrio, y revisar la dieta para que sea más sana y más sostenible.

La tendencia de nuestra sociedad consumista es la de comprar más y más sin tener en cuenta lo que realmente nos hace falta. Los alimentos que adquirimos y no necesitamos, que en muchas ocasiones terminan en la basura, incrementan la demanda global de alimentos y contribuyen al alza de los precios de los alimentos sin necesidad.

Para más información: http://www.derechoalimentacion.org/