HISPACOOP: Consejos de conservación del jamón ibérico en la Semana de los Productos del Cerdo Ibérico
Se acercan las navidades y seguramente estés pensando en comprar un jamón o paleta ibérica para compartir en familia. Lo primero que te recomendamos es informarte bien sobre el nuevo etiquetado del ibérico.
En estos enlaces encontrarás toda la información sobre la Nueva Norma de Calidad del Ibérico y los cambios que suponen en el etiquetado:
http://goo.gl/jBP8cD
http://goo.gl/CW5yV2
Pero en la web, orientada principalmente a prevenir el desperdicio alimentario en los hogares, queremos darte unos consejos para que aprendas a conservar de manera óptima el jamón ibérico y algunos trucos de aprovechamiento. Seguro que muchos ya los conoces, otros los puedes incorporar como nuevos hábitos y así disfrutarás del jamón en sus mejores condiciones.
Aquí los tienes:
- El jamón debe consumirse a temperatura ambiente, es decir, entre 20º y 21º centígrados. Con esa temperatura se aprecia mejor el gusto y el brillo de la grasa natural.
- La humedad ambiente no debe ser superior a 65%
- Es conveniente colgar el jamón y dejar que respire.
- El jamón debe guardarse en un espacio fresco y oscuro a resguardo de la luz, la humedad, los olores y el calor.
- A pesar de que existe el corte a máquina, el mejor jamón es aquel cortado a cuchillo, ya que mantiene el aroma y las características organolépticas que lo hacen especial.
- Al momento de cortar hay que procurar obtener lonchas de tamaño medio y todo lo finas que sea posible. Deberán llevar algo de grasa intramuscular para hacerlas más jugosas.
- Una vez cortado, conviene cubrir el jamón con trozos de tocino cortados al principio y un trapo limpio de algodón. Esto permite mantener la frescura.
- Es mejor cortar la cantidad de jamón que vayamos a consumir inmediatamente. Y para apreciar todo su sabor y aroma, en vez de servirlo en un plato frío, podemos colocarlo en uno templado con agua caliente.
- El jamón cortado se conserva muy bien envasado al vacío pero aún así es mejor mantenerlo en un lugar fresco, seco y oscuro para que la luz y la temperatura no lo deterioren.
- Cuando el jamón se ha terminado todavía podemos aprovechar el hueso o la corteza. Así si cueces las cortezas a fuego lento, la grasa que resulte puede servir como enriquecedor de sabor en un guiso o caldo.
- El hueso de jamón es muy valorado para hacer luego un caldo si lo pones a cocer con algo de pollo, puerro, zanahoria, media cebolla, agua y sal. También del hueso puede obtenerse gelatina muy sabrosa.