STOP al desperdicio de comida en Europa
La campaña “STOP al desperdicio de comida en Europa” está siendo divulgada a través de siete países de la UE –Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, Italia, España y Reino Unido– y ha sido puesta en marcha por una serie de activistas opuestos al desperdicio alimentario, en colaboración con Acción contra el Hambre y la Cruz Roja Francesa, para evitar que la comida acabe como un residuo.
Los activistas están solicitando a los ciudadanos europeos su firma para pedir al presidente de la CE, vicepresidente, ministros de Medio Ambiente y al presidente del Parlamento Europeo (junto con los líderes políticos de los países mencionados anteriormente) la introducción de una nueva directiva que obligue los supermercados a donar la comida sin vender a una organización benéfica a su elección.
La iniciativa es la continuación de una petición similar desarrollada en Francia, que tuvo como resultado la introducción de una nueva ley que obliga a los grandes supermercados a llegar a acuerdos formales con organizaciones benéficas de redistribución de alimentos.
La ley también requiere que cualquier alimento, una vez pasada su fecha de caducidad, se envié a compostaje, digestión anaeróbica o para su uso en la alimentación animal, en lugar de su eliminación. Cualquier persona que no cumpla con la ley podrá ser sancionada, incluyendo multas de hasta 75.000 euros o dos años de prisión.
En Europa, más de 80 millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza. Y mientras muchas de estas personas tienen enormes dificultades para alimentar a sus familias y hacer frente a la crisis, resulta que en Europa los supermercados desechan toneladas de comida a diario (más de 40 kilos de comida cada noche!!!).
Una nueva campaña a escala comunitaria pretende reclamar a la Comisión Europea (CE) que en la próxima revisión del paquete de economía circular incluya la obligación de que los supermercados donen la comida sin vender a entidades benéficas. La Comisión Europea está preparando una “estrategia de economía circular” que incluye la lucha contra el despilfarro de comida y ha lanzado una consulta pública para recoger el punto de vista de los ciudadanos en este asunto. Si cientos de miles de europeos pedimos a la Comisión Europea que incluya la obligación de que los supermercados donen la comida que no venden, no van a poder ignorar nuestra petición.
Lo que se pide es algo muy sencillo: que cada supermercado done la comida que le sobra a una ONG de su elección.