No solo Francia, sino que Italia también tiene ahora una ley contra del desperdicio de alimentos.

Italia, como segundo país europeo, pone en marcha un Proyecto de Ley sobre el desperdicio de alimentos, que premia a las empresas en vez de sancionar con multas como en el caso de la ley francesa.

El objetivo de la nueva norma es promover el uso responsable de los recursos y la recuperación de los productos usables por las asociaciones voluntarias, desburocratizando los procedimientos para la recogida y la donación de los alimentos sino también de los medicamentos.

De hecho, llega este lunes en la Cámara el Proyecto de Ley de conversión de residuos con el apoyo de las asociaciones y presentada por la diputada Maria Chiara Gadda. Esta propuesta, todavía pendiente de aprobación en el Senado, afecta a cualquier tipo de negocio, con independencia de su tamaño, incluso, restaurantes.

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 En la propuesta normativa italiana, se incluyen incentivos para que las empresas alimentarias estén más dispuestas a donar los excedentes de alimentos y productos que estén próximos a caducar. Además,  ofrece reducciones en el impuesto de basuras que variarán en función de la cantidad de comida que se done a las organizaciones humanitarias.

Esta norma agiliza el papeleo burocrático que conllevaban las donaciones de comida, bastando así con una declaración mensual de las donaciones realizadas. Con anterioridad, quienes pretendían donar los alimentos debían declarar las donaciones cinco días antes de realizarlas, y en muchas ocasiones, la aprobación llegaba con tal retraso que la comida podía estar ya caducada o imposible de comer.

Esta norma permite también a las asociaciones humanitarias y bancos de alimentos recoger alimentos en los campos tras la cosecha siempre y cuando cuenten con el permiso del agricultor, etc. En definitiva, afecta a muchos agentes involucrados en la cadena alimentaria, no solo la distribución.

El Ministro de Agricultura italiano considera que con esta propuesta se está haciendo todo lo que sea más conveniente para que las empresas del sector de la alimentación donen los excedentes alimentarios en vez de tirarlos a la basura. Además, se están planteando diversas iniciativas encaminadas a los consumidores con el objetivo de educarlos y concienciarlos para que cambien sus hábitos con el propósito de reducir el desperdicio de comida en los hogares.