En verano, almacena y conserva de forma segura los alimentos
CONSERVACIÓN Y ALMACENAMIENTO DE ALIMENTOS.
Para almacenar correctamente los alimentos en nuestro hogar, debemos hacerlo de forma segura. Sigue estos consejos:
- Mantener limpias y secas todas las áreas de almacenamiento es fundamental para garantizar la seguridad e higiene en el hogar.
- Revisar la temperatura donde se almacenan los alimentos.
- Colocar los alimentos más antiguos en la parte delantera (FIFO).
- Mantener limpios y desinfectados todos los útiles.
- Almacenar según las instrucciones del envase del producto o su etiqueta.
- Conservar y manipular separadamente los alimentos crudos de los cocinados.
- Conservar bien todos los alimentos, incluidos los sobrantes de otras comidas, en recipientes limpios y en un tamaño adecuado.
- Rotular el contenido y poner la fecha para controlar los alimentos almacenados.
- Evitar dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente. Cuando estén fríos, guárdarlos inmediatamente en frigorífico o congelador.
PROCESOS DE CONSERVACIÓN DE LOS ALIMENTOS.
Conservación por frío:
- Refrigeración. Proceso de conservación de los alimentos a través de un descenso de temperatura, reduciendo la velocidad de las reacciones químicas y la proliferación de los microorganismos. Los alimentos se mantienen entre 0 y 8 °C.
- Congelación. Proceso que se basa en la solidificación del agua contenida en los alimentos a través de la aplicación intensa del frío que retrasa el deterioro de los alimentos y prolonga su seguridad, evitando que los microorganismos se desarrollen. Además, ralentiza la actividad enzimática que hace que los alimentos se echen a perder. Es donde mejor se preserva la calidad nutritiva. La temperatura es inferior a 0°C. Aunque un nivel adecuado y seguro para conservar los alimentos congelados es -18 °C.
- Ultracongelación. Proceso de congelación en un tiempo muy rápido que somete los alimentos a un enfriamiento brusco para alcanzar una temperatura máxima de cristalización en un tiempo no superior a dos horas. El proceso se completa cuando se llega a la estabilización térmica del alimento a -18°C o inferior temperatura.
- Liofilización. Proceso que elimina el agua de un alimento congelado aplicando sistemas de vaciado. El hielo, al vacío y a temperatura inferior a -30 grados, pasa del estado sólido al gaseoso sin pasar por el estado líquido. Es la técnica que menos afecta al valor nutricional del alimento.
Conservación por calor:
- Escaldado. Consiste en sumergir el alimento limpio en agua hirviendo. Una vez frío, se envasa en bolsas de congelación o en recipientes, al vacío. Método de conservación especialmente para algunas verduras y hortalizas, como paso previo a su congelación.
- Pasteurización. Consiste en la aplicación de calor durante un tiempo determinado, que variará en función del tipo de alimento, a temperatura que ronda los 80°C. Este método impide la pérdida de nutrientes.
- Esterilización. Consiste también en la aplicación de calor a temperatura que ronda los 115°C. A diferencia del anterior, aquí los alimentos sí que se ven afectados en sus características organolépticas y en la pérdida de nutrientes dependiendo de la duración del calor a la que se ha sometido el alimento.
Proceso de descongelación:
- Descongelación. Es un proceso tan importante como la congelación, ya que los
gérmenes pueden volver a reproducirse. Conviene una manipulación higiénica y un consumo rápido del alimento. Al descongelar adecuadamente podemos obtener los alimentos en buena calidad, en caso contrario, se producirá una pérdida de las características del alimento, incluso nutricionales. Evita descongelar a temperatura ambiente o colocar los alimentos sobre fuentes de calor ni sobre agua caliente.
Técnicas para descongelar los alimentos:
- Refrigeración. Consiste en colocar el alimento en el frigorífico en su propio recipiente o en otro con rejilla, para no mezclarlo con el líquido de la descongelación. Una vez que el alimento está descongelado, cocínalo inmediatamente. Conviene consumirlo en las 24 horas siguientes.
- En microondas. Consiste en descongelar el alimento en los recipientes aptos para microondas, destapando e intentando remover y mezclarlo bien, para una descongelación homogénea. El alimento debe consumirse inmediatamente después de su elaboración. Evita mezclar el alimento con los jugos de la descongelación, colocándolo en una fuente con rejilla.
- Cocinado. Consiste en cocinar directamente los alimentos congelados alcanzando una temperatura correcta y el tiempo suficiente para descongelar completamente el producto, especialmente, la parte central.