Consejos para almacenar los alimentos para la cuarentena
La crisis del coronavirus y el temor a las consecuencias de la cuarentena por COVID-19 ha llevado a muchas personas a vaciar las estanterías de estos establecimientos, acaparando una importante cantidad de alimentos.
No es necesario porque no hay problema de desabastecimiento de alimentos a la población. Permanecerá disponible el suministro de alimentos y otros bienes a los consumidores. Ante la gran cantidad de acopio de alimentos, os proponemos consejos para gestionar bien el almacenamiento de estos alimentos en el hogar y evitar que se puedan estropear o se genere su desperdicio.
1. Planificar la compra en la medida de lo posible
No tiene sentido adquirir mucha cantidad de un producto si no sabemos cómo aprovecharlo o qué haremos con ello.
Antes de ir a la compra, deberíamos planificar los menús a largo plazo y las cantidades que deberías necesitar para el número de personas en el hogar.
Por ejemplo, planificar para un tiempo largo (10 o 15 días) y para diferentes momentos del día (desayunos, almuerzos, comidas, meriendas y cenas), siempre teniendo en cuenta el número de personas o comensales. Además, conviene hacer una estimación de todos los alimentos que necesitamos (esto incluye a los ingredientes principales y los secundarios, como ajo, cebolla, aceite, etc.).
2. Elegir alimentos con una larga vida útil
Si hacemos una compra abundante para varios días, resulta fundamental elegir alimentos con una larga vida útil, normalmente los productos no perecederos, pero algunos también que son poco perecederos. Con ellos podremos hacer menús y platos con alimentos que no se deterioran rápidamente.
Estos alimentos que duran más tiempo permiten elaborar platos distintos, son los siguientes:
- hortalizas y tubérculos poco perecederos (zanahorias, cebollas, ajos, patatas, pimientos, puerros, etc.);
- frutas poco perecederas (naranjas, manzanas, limones, peras inmaduras, etc.);
- pasta, arroz, harina, cereales (por ejemplo, copos de avena sin azúcares añadidos), en sus versiones integrales;
- legumbres (garbanzos, lentejas, alubias, etc.);
- frutos secos y frutas desecadas (sin azúcar, sin sal y sin ningún otro añadido);
- ultracongelados (verduras, frutas, pescado, carne, marisco);
- conservas y platos preparados (legumbres, verduras, pescado, etc.);
- queso curado,
- pescado en salazón,
- huevos,
- carne y pescado para congelar en casa;
- leche, bebidas vegetales,
- pan tostado (mejor integral y sin sal ni azúcares añadidos)
- café, infusiones, cereales y café instantáneos, etc.
- aceite, sal, vinagre y azúcar.
Muchos de estos productos tienen una duración de varios meses o incluso años (arroz, pasta, conservas, etc.), así que la elección es relativamente sencilla.
Aclaramos que en muchos de los productos el hecho de alarga vida útil no se debe al uso de conservantes (que dicho sea de paso, son seguros), sino a la aplicación de métodos físicos, como la desecación o deshidratación (por ejemplo, en frutas desecadas, frutos secos, pasta, etc.), la congelación (en ultracongelados), la esterilización (en conservas, platos preparados, leche, etc.), la salazón (en pescados como el bacalao salado), etc.
Si vas a adquirir productos más perecederos, es importante consultar la fecha de caducidad. Recuerda que muchos alimentos tienen fecha de consumo preferente.
Consulta nuestro libro de Recetas con aprovechamiento y consejos para un correcto almacenamiento de los alimentos. Ahí puedes ver las fechas de consumo de los alimentos y mucha más información…
3. Elegir alimentos saludables y realizar actividad física
Para pasar una cuarentena, es recomendable mantener unos hábitos saludables, relacionados sobre todo con la alimentación y la actividad física.
Una cuarentena de este tipo, nos puede llevar a correr el riesgo de caer en el aburrimiento y el estrés, lo que nos lleva a combatir estas situaciones con el consumo de productos menos sanos (chocolatinas, patatas fritas, helados, galletas, cerveza, etc.).
Recomendamos optar, si picamos entre horas, por alimentos más saludables (por ejemplo, bastones de zanahoria, fruta, frutos secos, etc.) o elaborar recetas para hacer snacks más saludables.
Lo importante para evitar estas sensaciones y, sobre todo, para combatir el sedentarismo, es conveniente dedicar unos minutos diarios a la práctica de ejercicio pensado para hacer en casa.
4. Gestionar la despensa y evitar el desperdicio de alimentos
Ante la compra de grandes cantidades de alimentos en estos días, conviene gestionar de forma adecuada toda esa comida para impedir que se estropee y generar el desperdicio alimentario.
Tomar conciencia de la importancia que tiene el despilfarro de alimentos en el hogar y más en estos momentos que hay que evitarlo.
Medidas concretas para tratar de evitar o reducir el desperdicio alimentario:
- No comprar más de lo necesario, aunque la realidad es que dada esta situación excepcional muchos consumidores han optado por saltarse esta recomendación.
- Planificar la compra en la medida de lo posible, elaborando una lista basada en los menús que hemos previsto y el número de personas que los consumirá.
- Almacenar los alimentos en lugares adecuados, respetando las indicaciones que figuran en el etiquetado. Ante compras masivas, a veces guardamos esos alimentos en trasteros y lugares similares que no siempre reúnen unas condiciones idóneas para este fin, por ello vigila su almacenamiento.
- Con los alimentos refrigerados y congelados no debería haber duda: debemos meterlos en el frigorífico y en el congelador, respectivamente.
- Los productos secos, como legumbres, conservas, etc. tendremos que colocarlos en un lugar fresco y seco, alejados de la luz solar, de sustancias peligrosas y de olores fuertes y nunca en contacto directo con el suelo.
- Aplicar la regla FIFO, lo primero que entra es lo primero que sale, pero aquí sería lo primero que entra y que caduca es lo primero que sale. También debemos organizar nuestros armarios, despensa, frigorífico y congelador, y poner más a mano los productos que caduquen antes.
- Comprobar la fecha de duración de los alimentos (fecha de caducidad y de consumo preferente) tanto de los que ya teníamos ya en casa como de los que acabamos de adquirir. Se trata de consumir primero los alimentos que van a caducar antes y que se puedan estropear primero frente al resto.
- Congelar para alargar la vida útil de los alimentos y de los platos preparados que se hayan cocinado de más o que sobren. El congelador no solo sirve para almacenar los ultracongelados. También es una excelente herramienta para prolongar la vida útil de los alimentos que de otro modo se estropearían de forma inminente. (Por ejemplo, si compramos una bandeja de carne que caduca en tres días, pero no tenemos posibilidad de comerla, podemos congelar los productos y guardarlo para otra ocasión, siempre y cuando lo hagas de la forma adecuada y el envase adecuado para congelar.
Consulta nuestra guía de consejos para almacenar y conservar adecuadamente los alimentos.